miércoles, 14 de agosto de 2013

Primera experiencia real

Después de la última entrada me había comprometido a escribir un par de entradas relacionadas con ésa, la de mi primera experiencia de verdad y otra en la que relataría un encuentro con un Ama que me pareció muy atractiva y que sin embargo, no tuvo mucho futuro conmigo.

Aunque sólo sea por llevar un pequeño orden cronológico en estas entradas, empezaré por la primera experiencia real, que tuvo lugar un año o dos después de mi experiencia frustrada con el Ama del metro.

Durante ese tiempo me dediqué a charlar con gente en distintos canales de irc principalmente y alguna página tipo facebook, antes de que facebook existiera. Eso me sirvió para conocer muchos detalles del tipo de relación en la que me podía (y deseaba) verme inmerso.

Siempre he reconocido que aprendí mucho entrando en páginas de temática BDSM, viendo sus fotos pero por encima de todo, leyendo sus relatos. La forma de dirigirse un Ama a su esclavo y viceversa, las distintas practicas que se podían realizar, la intensidad en cada una de ellas, variantes posibles, etc. Le debo mucho a esos relatos. Y todavía no habían empezado los blogs, pero igualmente los considero una fuente de información y también una demostración de que aunque no se reconozca en público hay mucha gente iniciada en este tipo de relaciones.

Finalmente llegó un día de verano en el que estuve hablando con una chica sumisa pero que había decidido probar qué se sentía al otro lado del látigo. Me citó para una tarde de verano en un café cerca de su casa. En esta ocasión llegué tarde y cuando encontré el sitio, ella ya no estaba. Como entonces sí tenía móvil llamé y me dio su dirección. Sin pretenderlo había acelerado el encuentro, ya no sería en la calle, sino en su propia casa.

Subí las por las escaleras hasta su piso y antes de llamar se abrió la puerta ante mí y entré. Me encontré a una chica de unos treinta años, con un vestido corto que me invitaba amablemente a pasar. Para lo que me podía temer todo estaba dentro de lo que esperaba. Sólo me llamó un detalle la atención y es que llevaba gafas de sol que no se quitó en ningún momento. Eso le daba una cierta distancia y también una pequeña ventaja, ya que ella veía mis expresiones pero yo no veía las suyas completamente.

Empezamos a hablar tranquilamente y de hecho parecía más la conversación de unos amigos que de un Ama a punto de someter a su sumiso. Era su primera vez también como Ama y no tenía muy claro qué hacer, a pesar de que ella tenía experiencia de sobra con su Amo pero lógicamente sólo como sumisa.

Viendo que aquello no tenía mucho sentido llamó a su Amo por teléfono delante de mí. Pude ir siguiendo la conversación e intuir lo que le decía. Afortunadamente ella no dejó que él viniera a la casa, algo que me hubiera incomodado bastante, pero debió de servir la conversación, ya que en cuanto colgó el teléfono se dio la vuelta y con un tono serio y firme me dijo "tú, deja de mirarme, desnúdate por completo y ponte de rodillas". En ese mismo instante supe que empezaba a ser realidad mi sueño de ser el entretenimiento de un Ama. Todavía hoy me estremezco recordando esas palabras.

Por supuesto obedecí. Había evolucionado bastante desde el chico inseguro del anterior encuentro. Una vez desnudo y arrodillado delante de ella se subió encima de mi espalda para que fuese a caballito. Con mi propio cinturón fue buscando mi límite con una tanda de spanking dando en mi culo, en los muslos y algo en la parte baja de la espalda. No tengo un especial aguante al dolor pero hice todo lo que pude procurando no protestar y creo que más o menos se sintió satisfecha.

Se tomó un descanso sentándose en un sillón y ordenándome que lamiera sus pies. Estuve un rato corto así hasta que decidió cambiar de juego. Fue ahí cuando cogió una vela para dejar caer su cera derretida en mi espalda y en mis brazos.

Para terminar cogió un dildo que utilizaba consigo misma, le puso un preservativo, y no le costó mucho esfuerzo introducírmelo y moverlo de tal forma que me hiciera sentirme follado. Era la primera vez que una chica experimentaba así con mi culo, me llamaba "putita" y yo me sentía muy excitado.

Estuvimos así casi una hora intensa y con mucho calor, ya que al calor de una tarde de verano se le sumaba la excitación de probar algo nuevo para ambos. Al cabo de ese tiempo decidió poner fin a nuestro encuentro pero permitió que como punto final me masturbara delante de ella y le demostrara lo mucho que me había excitado y gustado el encuentro.

Finalmente permitió que me diera una ducha para refrescarme y para quitarme los restos de cera. Ahí vi una ventaja de la depilación, aparte de ser un paso en la vía del transformismo se evita hacérsela uno mismo con la cera de una vela pudiendo ir a un centro de estética.

Recuerdo que después de ese encuentro había quedado con una amiga con la que tenía mucha confianza pero no tanta como para decirle de dónde venía, así que nos tomamos una cerveza juntos mientras yo trataba de ocultar los restos de cera que aun se veían en mis brazos.

Después de unos días me reconoció que había disfrutado del encuentro pero que se sentía mucho más sumisa que Ama, por lo que difícilmente volveríamos a vernos pero que me agradecía el encuentro, cuando en realidad el agradecido era yo.

Ha pasado mucho tiempo desde entonces y soy mucho más experimentado ahora que entonces, aunque al igual que en esa época, no puedo decir que tenga Ama, aunque lo deseo más incluso que en aquel momento.

No tengo ni idea de cuándo podré volver a tener una nueva sesión con un Ama pero sí con quien querría que fuera por encima de cualquier otra persona: MAR.

A los pies de MAR.

helmut

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