miércoles, 14 de agosto de 2013

Golden girl

Terminaré esta terna de entradas hablando de un encuentro que contrastaría con el del primer Ama que conocí en mi vida, con la que no llegué a cruzar más de dos palabras.

De nuevo fue a través de internet como conocí a una chica rubia jovencita. Si no recuerdo mal todos mis encuentros D/s han surgido siempre tras una conversación en internet.

Quedamos cerca de Atocha y nos fuimos tomar algo cerca de Retiro. Físicamente me pareció muy atractiva de cara y con buen tipo. Sin embargo, para tener una opinión completa de alguien hay que conocer todas sus facetas y compartir una cena de picoteo era una buena forma de conocer algo más a alguien que con un simple "hola".

Me sorprendió ya que era una persona que me contaba de primera mano prácticas que hasta ese momento sólo había leído en relatos y que me costaba creer que algún día diera con alguien que realmente las hubiera realizado.

En mis charlas da chat había visto algún nick relacionado con la escatología pero sincermente, no había conocido a nadie todavía que reconociera en persona haber practicado lluvia marrón, o dicho de una forma más directa, haber recibido y comido caca en su boca. En aquel momento me pareció muy fuerte y hoy día, según lo escribo, también.

Podéis imaginar lo mucho que alimentó mi imaginación hablar con alguien así. Incluso aunque me dijera que lo de comer caca no era para tanto, que no sabía a nada, a mí me dejó anonadado.

Me habló de encuentros a tres bandas, de hoteles acostumbrados a alquilar las habitaciones a tríos en lugar de a parejas, etc. Sinceramente, vi ante mí abierto un mundo todavía oculto y pendiente de conocer pero la persona que me lo relataba no terminaba de convencerme. El contenido de la charla me volvió loco pero quien hacía de cicerone no terminaba de ganarme. No soy ningún presuntuoso y tengo un concepto muy moderado de mí mismo, ni muy bueno para hablar muy bien de mí, ni muy malo como para dejarme machacar a las primeras de cambio.

Al final ese día me llevó en su coche a la Casa de Campo y allí, en un.apartado, pasamos al asiento de atrás de su coche y recuerdo perfectamente que me obligó a hacerle sexo oral y de repente, mientras tenía mi cabeza entre sus piernas y mi boca hundida en su sexo empezó a dejar salir pequeños chorros de su pis. Lo justo para no manchar, lo justo para no agobiar a un sumiso en su primera sesión con ella, pero también lo justo como para diferenciar perfectamente el sabor de su placer (del fruto de su sexo), del sabor de su lluvia dorada, que llegaba a mi boca sin más remedio que tragarlo.

De esa noche recuerdo perfectamente hacerle sexo oral y beberme pequeños sorbos de su pis y lamer sus botas y acabar tragando algo de la tierra que había pisado antes de subir al coche.

Reconozco que fue muy excitante y que dar con alguien con tan pocos tabús no ha sido fácil nunca pero sin duda una relación Ama-sumiso se basa en una admiración del sumiso.hacia su Ama y en ese caso no se dio.

A esta chica le perdí la pista al poco tiempo y nunca sabré qué hubiera pasado con la chica del metro, si hubiera dado alguna oportunidad para conocernos mejor, qué hubiera podido pasar. Pero sí sé que hoy día está MAR en mi vida por delante de cualquier otra posible Ama, ya que además de atractiva también tiene una mente libre de prejuicios que le permite experimentar sin límites, y aunque fuera de otra manera, lo que conozco hace que le presente mi más humilde y sincero respeto.

A los pies de MAR.

helmut

No hay comentarios:

Publicar un comentario