Mi interés por la sumisión nació hace muchos años, antes de que se popularizaran los móviles y seguramente haya dejado pasar oportunidades de retratar más escenas o situaciones que están en el día a día y que son referencias claras al BDSM.
Una vez, dando vueltas por el duty free de un aeropuerto me topé con un escaparate de Loewe en el que posaba una modelo, vestida de negro y con una fusta en su mano. ¿Quién no se dejaría azotar por una mujer así? Yo en otro tiempo lo hubiese hecho pero actualmente soy de MAR.
Y en otoño otra firma de moda, un poco más asequible (Massimo Dutti) también incorporaba una fusta en un escaparate.
Es cierto que también había una silla de montar pero los recuerdos a sesiones de azotes o de pony-play (montar sobre el sumiso como si fuera un caballo) son inevitables. Pero más inevitable para mí es recordar la sensación de los fustazos de MAR sobre mi piel. Y, sobre todo, es más inevitable aún echarlos de menos, soñar con ellos y desear volver a sentirlos. No en vano uno de los primeros regalos que le hice fue una fusta de calidad, que maneja tan bien y hace un ruido tan excitante al cortar el aire en cada movimiento...
Habrá quien piense que las dos fotografías anteriores son un poco forzadas, que se deben a que uno acaba viendo en su vida lo que busca. En parte es cierto, para un sumiso como yo a veces es demasiado fácil ver esas escenas relacionadas con Dominación/sumisión pero es innegable la relación entre esas tendencias ya la publicidad. De todos modos, si lo de las fustas ha quedado muy forzado, lo curioso de aquel día en el aeropuerto es que justo a continuación me encontré sólo en un pasillo delante de esta otra imagen:
En este caso, ¿puede haber una referencia más clara al transformismo? ¿Victor o Victoria? ¿Y por qué no ambas opciones? Por una parte soy Victor (con "v" de varón) pero la palabra "victoria" es tan gratificante. No sería la primera vez que debajo de un traje llevo ropa interior femenina, incluso alguna comprada en Victoria's Secret de un aeropuerto, para no perder la costumbre.
Aunque no pongo límites a mis fantasías ni a satisfacer los intereses de MAR, posiblemente estas dos prácticas, la fusta y el transformismo, sean las que más nos atraen respectivamente. Y ya que hablaba de victoria, sin duda mi mayor victoria, mi máximo orgullo como sumiso, es ser el esclavo de MAR y poder poner su collar a continuación de mi nick en cada firma. Y así todos los días mientras ELLA quiera.
SIEMPRE a los pies de MAR.
helmut{MAR}
