martes, 13 de agosto de 2013

No-experiencia

Cuando llega el verano es cuando más rienda suelta doy a mis fantasías como sumiso. No es que el resto del año sea tranquilo pero muchos de mis encuentros D/s los relaciono con esta época del año. Ayuda el tener más tiempo libre, días de vacaciones que ocupar y también el mostrar mi cuerpo depilado, algo que para mí tiene un componente erótico importante por motivos que explicaré en otro momento.

Como digo muchas de mis experiencias han sido en verano, empezando por la primera de todas pero hubo antes incluso una primera experiencia que se quedó en nada. Fue una primera "no-experiencia" más bien y también tuvo lugar en verano.

Gracias a varias charlas en algunos chats había dado con una página donde cada uno ponía el mensaje que quería pero apenas estaba iniciándome en ese mundo. No recuerdo bien si yo puse que buscaba Ama o si fui yo el que leyó el anuncio de un Ama que buscaba un sumiso pero acabé intercambiando un par de correos con una chica. Pero sólo nos habíamos escrito correos, en aquella época no teníamos móvil. Quedamos un día a las 18.00 en un andén del metro en Atocha. Yo había llegado con algo de antelación y ahí estaba esperando que llegara la hora indicada en que se acercara un Ama con botas negras tal y como me había indicado que haría. Me había dado orden de mirar sólo la punta de sus botas y no mirar su cara.

Pasaron dos trenes, se bajó gente pero nadie se acercó a mí. Cuando paró el tercer tren volví a mirar a derecha e izquierda en el andén y me pareció ver alguien que dirigía sus pasos hacia mí. Era una chica de mediana edad, mayor que yo que en aquel tiempo era un jovencito, y físicamente no era guapa. Desgraciadamente le había visto antes de tiempo. Agaché la cabeza esperando a que llegara hasta mí y efectivamente, se detuvo justo delante y me llamó por mi nombre. ¡Cobarde de mí! Supongo que el miedo a la primera vez, la inexperiencia y quizás la falta de un punto más de decisión, dije que no y ella, sin darle mucha importancia, se fue desapareciendo por el otro extremo del andén.

Me quedé dudando unos segundos en el asiento hasta que me dije que no podía dejarlo así. Entonces salí corriendo y empecé a recorrer los pasillos por si le volvía a ver pero ya era tarde. Hice un último intento saliendo a la calle pero no conseguí encontrarle y finalmente me tuve que volver a casa arrepentido.

Al día siguiente volvimos a cruzar algún correo y ella sabía perfectamente que había sido yo al que había hablado. Solo pude disculparme y aceptó las disculpas pero nunca más volvimos a quedar y al tiempo le perdí la pista.

Lamentablemente, no todas las historias tienen un final feliz o el final que esperamos cada uno, así que si esperabais algo distinto siento haberos defraudado, pero quizás con el próximo relato os sintais mejor tratados, pero esta es la historia de lo que pudo haber sido mi primer encuentro con un Ama, y aunque en sentido estricto fue un primer encuentro, duró sólo 5 segundos.

Hoy día mi actitud es completamente distinta. Lo fue desde poco tiempo después. En cualquier caso, otro día contaré también alguna experiencia con un Ama atractiva (MAR aparte) para comepensar.

A los pies de MAR.

helmut.

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