lunes, 20 de mayo de 2013

Hable con Ella

1.Hable con ella.
2.Hable de ellas
3.Hable con Ella.
4.Hablé con Ella.
5.Hablaré con Ella.

1.Hable con ella.
Hoy ponen "Hable con ella" en televisión. Ya la ví en el cine cuando la estrenaron y me pareció una película muy sensible de Almodóvar. La película recoge algunos momentos sublimes, como el masaje que da Javier Cámara a Leonor Watling estando ella desnuda de cintura hacia arriba o la referencia al gigantismo en la que Fele Martínez se convierte en un diminuto ser de unos 5 centímetros de alto y recorre el cuerpo de Paz Vega, su pecho, su vientre, introduce un brazo en su vagina y finalmente se desnuda por completo para meterse entero en su sexo y quedarse allí para siempre.

2.Hable de ellas.
En el pasado ya había aparecido Almodóvar en alguna anécdota. Un día S.A. me puso como obligación ver "Todo sobre mi madre", de lo contrario tendría un castigo.

Esto también me recuerda una de las sesiones que tuve con M.: ir con ella al cine a ver una de las películas de Harry Potter. ¡Hay que ver! Y todavía hay quien se cuestiona las ventajas de tener un esclavo a su disposición.

Sensibilidades y recuerdos aparte, me ha hecho gracia que en una escena de Hable con ella se ve que vuelve una chica del servicio y contesta el teléfono a alguien conocido y le comenta "acabo de hacer una meada como un celemín" (que vendrían a ser 4,6 litros). El otro día ponían Kika y ahí también había una escena en la que Loles León llega a casa y mientras está sola se va al baño para vaciar su vejiga. Ambas son escenas intrascendentes donde se habla o aparece el acto de orinar en el sentido más fisiológico posible pero sin mayor repercusión en la trama, nada que ver con la escena de "Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón" donde Alaska (Bom) deja caer su lluvia dorada sobre Eva Siva (Luci, la masoquista).

He vuelto a ver esa escena hoy y llama la atención cómo una chica de 14 años deja caer su lluvia en la cara de una mujer de unos cuarenta que acaba de conocer, sin el menor tapujo. Desgraciadamente la escena se rodó con cerveza y un tubo de plástico a modo de manguera pero el diálogo es muy sugerente.

Entran Carmen Maura y Alaska en la casa donde está Eva Siva haciendo punto. Alaska, al ver a Eva Siva pregunta a Carmen Maura:
- Quién es ésta.
- Mi profesora.
- Cuarentona y blanquita, como a mí me gusta. Uff, vengo meándome.
- Espera. Aprovecha y háztelo encima de ella. Está caliente y le refrescará.
- Un poco difícil sí que va a ser pero valdrá la pena.
- Tú relájate. Súbete a la silla. Levanta la pierna.
- Mira cómo disfrutas.

3.Hable con Ella.
Otra película que mencionaré hoy es "Los Falsificadores", que ganó el Oscar a mejor película en lengua no inglesa en 2008. También la han puesto recientemente en televisión (desde que acabó Dr. House sólo veo noticias y películas). El protagonista es un judío polaco al que llevan a un campo de concentración a falsificar libras y dólares a gran escala. En una de las escenas uno de los guardias del campo de concentración le mea encima con todo su desprecio. Cuando acaba, rápidamente el hombre va a lavarse con agua.

4.Hablé con Ella.
Acabo de charlar con MAR y de paso comentar que quien sí recibió lluvia dorada de verdad fue Zac Efron en "The Paperboy", nada menos que de Nicole Kidman, y además de verdad, no utilizaron ningún doble, aunque lo cierto es que la escena no se desarrolla en un contexto sexual como las de nuestro manchego más internacional (con el permiso de Iniesta).

5.Hablaré con Ella.
Supongo que la connotación de práctica extrema o muestra de desprecio variará de una persona a otra. En mi caso solo me queda decir que sí, tengo el inmenso honor de poder decir que he recibido la lluvia dorada de MAR. En dos ocasiones, además. En la primera no se esperaba que bebiera, pero para mí fue imposible ver caer la lluvia sobre su miembro erecto y no acercar mi boca a esa fuente de placer. La segunda vez fue más pausada, recuerdo que estuvo bebiendo agua toda la tarde.

Recibir su lluvia es sentir en mi cuerpo algo de lo más íntimo de su ser. No hay nada malo en Ella y, por tanto, su lluvia es un placer. Sirva como modo de marcar su territorio, su posesión, la expresión física de decir que soy suyo, sólo suyo. Sirva también como prueba de hasta dónde llega la entrega de su sumiso, que salvando prejuicios y tabús es capaz de disfrutar al sentir como ese dorado y tibio líquido recorre su cuerpo, resbalando por su cara, sus labios y que lo que no se queda en mi boca baja por mi pecho hasta mojar mi sexo que, como no puede ser de otro modo en una situación así, está en una potente erección.

De ser cierto el dicho de que a la tercera va la vencida no desaprovecharé esa tercera oportunidad de demostrar a MAR que helmut, su helmut, también es capaz de beber un celemín llegado el caso y después dejar su sexo limpio.

Y cuando termine de hablar con Ella sólo podré despedirme de una manera:

A los pies de MAR.

helmut.




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