domingo, 1 de septiembre de 2013

Los domingos son especiales

Los domingos son especiales y desde hace unos pocos meses más. Con la tranquilidad del último día de la semana, con todos los deberes hechos a lo largo de los seis días anteriores, el último día de la semana lo dedico a las actividades más tranquilas... o a justo todo lo contrario.

Algunos domingos voy de visita por las mañanas y paso justo delante del sitio en el que trabaja MAR. Casualidad o no pero justo al final de la semana vuelve a darse algo en mi vida que inevitablemente me recuerda a Ella.

Y si por algo me quedo en casa, entonces acabo siendo perverso. Es una buena forma de dedicarse tiempo a uno mismo. Hoy ha tocado quedarse en casa, así que he aprovechado para hacer algunas fotos que poder subir al blog.

He escrito el nombre de MAR en mi pecho en más de una ocasión pero no recordaba si había escrito "helmut" y si alguna vez lo he llegado a escribir, no sé si lo he fotografiado. Una vez encontrado el motivo he ido a la ducha, he cogido una barra de labios de Chanel n°2, un rojo vivo, y letra a letra, con cuidado y midiendo bien las proporciones, he escrito el nombre que MAR eligió para mí hace más o menos un año completándolo con su collar: {MAR}

Sin embargo, al revisar las fotografías, no he quedado muy convencido. El resultado era el esperado y lo siento si peco de falta de humildad pero creo que un Ama se sentiría orgullosa de su sumiso. Con lo que no he quedado tan satisfecho ha sido con incluir su collar, quizás he acabado confundiendo deseo con realidad. Y no, hoy por hoy no llevo su collar, por motivos que tampoco hace falta detallar aquí, actualmente no soy lo suficientemente digno como para lucir esas tres maravillosas letras junto a mi nombre.

Después de un rato he vuelto a preparar todos los instrumentos en el baño: barra de labios, móvil, cámara de fotos, etc. y he repetido la misma secuencia. He vuelto a escribir lentamente el nombre de helmut en mi torso desnudo fotografiando letra a letra y he reparado el error cometido antes, he puesto un collar, sí, pero esta vez vacío que es como está un sumiso sin Ama, incompleto.

Es lo justo. Soy sumiso pero no su sumiso, no le pertenezco y mientras eso no cambie no debo lucir lo que no tengo, aunque eso no impida que yo siga estando

A los pies de MAR.

helmut.

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