domingo, 29 de septiembre de 2013

Mañanas de blanco satén

Enlazó dos orgasmos seguidos con el cunilingus y después me dijo que me tocaba a mí. Como me daba igual la manera en la que alcanzar un orgasmo (con una mamada, follando o con una paja) dejé que eligiera ella y acabó prefiriendo que echáramos un polvo. Así que con la luz apagada se la fui metiendo despacito. Ella llevaba también tanto tiempo sin follar que yo creo que se le había ido cerrando. Tuve que hacerlo pero controlando algo mis movimientos y mi ímpetu. Y cuando estaba a punto de correrme encendí la luz, quería que viera mi cara mientras me vaciaba dentro de ella. Y cuando vi su cara, era casi de sufrimiento. Definitivamente había pasado mucho tiempo desde su último polvo y en parte me incomodé por verla así pero por otra parte, el remedio había estado siempre al alcance de su mano. Ojalá le sirva para aprender, aunque no estoy muy seguro de que surta efecto.

Han pasado ya ocho días desde esa escena y, como me temía, llevo ya ocho días sin follar, pero también son ocho los días que llevo sin correrme. Y esta noche lo he pasado mal, o quizás bien, según se mire. A ratos, cuando me acosté, cuando me medio despertaba durante la noche, y sobre todo cuando empezó a entrar ya la luz de la mañana en la habitación, notaba el roce de las sábanas en mi cuerpo, en mi polla deseosa de caricias que en cuanto posaba mis manos lo agradecía aumentando su tamaño. Me tocaba suavemente hasta notar cómo se empezaba a humedecer. Preveía un orgasmo lento, placentero, que disfrutar relajado en la cama, mojando mi mano y mi vientre y para seguir acariciándome ya con la mano húmeda como comienzo tranquilo del domingo.

Sin embargo a mi mente venía rápidamente la imagen de MAR (ojalá pudiera decir que venía la imagen de mi Ama, pero creo que por el momento lo que más se ajusta a la realidad es decir que venía la imagen de MAR). El caso es que antes de llegar a un punto en el que ya no hay marcha atrás posible paraba. Ha habido un par de ocasiones en las que por apurar tanto casi se me va de las manos pero al final he sido capaz de parar a tiempo ahí también.

Y hasta innovaba en las caricias. Probaba nuevas formas de masrturbarme. Tenía mi miembro erecto y con las manos he cogido un poco de tela de la sábana a cada lado de mis muslos y he empezado a mover de izquierda a derecha, apretando bien mi polla contra mi cuerpo, haciendo también presión sobre los huevos. Y haciendo que el roce de la sábana subiera y bajara a lo largo de toda mi polla. No sé si era el deseo acumulado, si las ganas de tener un orgasmo, o si realmente la caricia suave de la sábana era tan placentera pero el rato que he estado así ha sido delicioso. ¿Tendrá el mismo efecto un roce similar en el pecho de una mujer, o una caricia parecida sobre su sexo?

Tengo otra duda. La verdad es que no sé lo que piensa realmente MAR de estos sacrificios ni si los valora. A veces me dice que pierdo muchas oportunidades y tiene razón. Y encima no sólo están las que aparecen y no aprovecho, sino las que provoco y en contra de lo que haría todo el mundo, las llevo al límite para dejarlas escapar justo al final.

Hace ya tiempo que tomé la decisión de renunciar al sexo si no era bueno y he confirmado lo que ya hace tiempo me dijo una persona especial y es que el sexo a solas también puede ser muy bueno, en ocasiones, incluso mejor que un encuentro a regañadientes. Y así llevo ya muchos meses en.los que he dado prioridad a momentos preparados con mucha dedicación y viviendo experiencias que con una pareja quizás no hubieran sido tan intensas. Eso no quita que obviamente también estaría encantado de compartir esos momentos en vivo pero creo que la mayor parte de las veces sólo me queda la opción de compartirlas vía foto, video o con relatos en este blog.

Y estando en esa situación es como he llegado a este nuevo planteamiento de renunciar incluso al sexo en solitario dejándolo sólo para cuando MAR esté presente. Como decía, no sé exactamente lo que piensa pero creo que por encima de todo está la entrega que voluntariamente realizo. Quiero que sea Ella quien domine mi vida sexual incluso en la distancia.

Y sinceramente, en días como hoy en los que se cumple esa teoría de lo cuesta arriba que se hace alguna etapa de la abstinencia, y teniendo en cuenta que no he parado de pensar en ello y de escribir aquí, sólo deseo que Ella se sienta orgullosa y sobre todo poderosa. Tiene a un chico figurada y literalmente a sus pies, esperando oír sus deseos para complacerlos y que renuncia a uno de los mayores placeres que existe y más fácil de conseguir sólo por demostrar a MAR el grado de entrega al que ha llegado helmut.

A los pies de MAR.

helmut

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