sábado, 19 de julio de 2014

Brindando


El otro día oí las conclusiones de un estudio sobre la micción de los mamíferos. Por lo visto tardamos una media de 30 segundos en vaciar la vejiga independientemente de la especie. Lo que varía es el volumen de orina evacuado. Qué técnico suena así, ¿no?

Da igual si es un pequeño gato o un rinoceronte, todos tardaríamos más o menos lo mismo. Honradamente, me preocupa muy poco la micción de un caballo, una vaca o un cerdo. Lo que me temo que sí va a ser un poco cerdo es cómo va a acabar esto.

El dato que más me sorprendió fue el del elefante. Hasta 18 litros de pis caliente de una sola vez. ¡18 litros! Toda una inmersión en lluvia dorada.

Eso sí, aclararé, por si alguien tenía dudas, que el único pis por el que siento interés no es el de ningún paquidermo sino el de una sirena morena, el de una Diosa de ébano como decía ELLA después de dos semanas tumbada al sol de Cádiz.

Y por suerte o por desgracia no son 18 litros de una vez. ¡Qué empacho si no! Eso son como 24 botellas de vino blanco o 12 magnums del mejor champán.

Es imposible olvidar cómo fue la última vez que lo sentí sobre mi cuerpo y, sobre todo, que después de que MAR lo recogiera en un vaso me lo diera a beber como jamás lo habían hecho en mi vida, hasta la última gota y mirándonos a los ojos viendo la satisfacción el uno en el otro.

No tengo ni idea de cuándo volveré a tener la suerte de bañarme en ese dorado líquido de nuevo, de recibirlo como la lluvia más excitante que pueda existir. 200 cc del licor más embriagador que sólo de recordarlo se me sube a la cabeza y hace que mi cuerpo y mi mente se pongan a mil. Y aun así aguantaré un día más de abstinencia por MAR, y van 40.

Siempre a los pies de MAR.
helmut{MAR}

P.D.: "Brindo por las mujeres que derrochan simpatía". Los Rodríguez.
Lo que no decía Andrés Calamaro es con qué bebida brindaba. Hmmm...

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