jueves, 24 de julio de 2014

24/7

. Hoy es 24/7, día asociado al BDSM, como todo el que haya llegado hasta aquí ya sabrá.

Antes, cuando llegaba ese día me dedicaba a enviar correos o mensajes a todas aquellas chicas con las que mantenía algún contacto relacionado con D/s, aunque sólo fuera para seguir teniendo abierta la posibilidad de que alguna me aceptara como sumiso.

Y pocos 24/7 los he vivido teniendo Ama. Aun así, el que recuerdo con mayor claridad fue uno de hace muchos años. En aquella época mi Ama era M. Quedamos en su casa al salir de trabajar y ese día íbamos a dar un paso más en nuestra relación. Iba a ponerme una pulsera, un símbolo de su autoridad sobre mí, una marca que me señalara como de su propiedad. En definitiva, su collar, aunque lo llevaría en la muñeca.

Para un acontecimiento así fui vestido de manera especial, casi como para una boda. De hecho esa relación Ama/sumiso podía haber durado más que muchos matrimonios. Me puse mi mejor traje, mi mejor corbata, camisa con gemelos... Fue un encuentro relativamente breve, en el que acabé desnudo y arrodillado ofreciendo mi muñeca en la que ató la pulsera.

Lo recuerdo con nostalgia contenida. Nostalgia, ya que fue un momento especial, pero contenida ya que mi situación actual, aunque en una relación diferente, es de una entrega tan intensa que no la cambiaría por nada del mundo.

Con M. pude compartir muchos planes, más de los que cabría pensar en una relación Ama-sumiso. Fue de ella de quien aprendí que un sumiso está para servir a su ama en lo que a ella le apetezca, sea lo que sea. Y aparte de jugar con mi cuerpo, experimentar con él, transformarlo en sesiones de travestismo, etc. también usó a su sumiso para salir a comer, tomar muchos cafés juntos, ir al cine o simplemente pasear y charlar.

Mi chasco llegó cuando hablando de si llegaría a hacerme un tatuaje un día le mencioné que tenía algún boceto y me llevé un jarro de agua fría cuando me dijo que no lo hiciera, que se acababa nuestra relación.

Hoy mi relación con MAR guarda algunas semejanzas. La relación va mucho más allá de las sesiones D/s y la compenetración mental es muy alta, posiblemente la más intensa que haya tenido nunca. Pero no sé si me atrevería a proponerle algún motivo de tatuaje, no vaya a ser que sea el preludio de otro adiós aun más doloroso.

Pero prefiero pensar que MAR sigue opinando lo que me decía hace poco:

- helmut: "Lo siento, pero es que lo que provocas en mí es muy intenso."
- MAR: "Dicho así, abruma."
- helmut: "Pues asúmelo o renuncia a esto pero mientras me lo permitas será así".
- MAR: "Es demasiado bueno como para renunciar."


¿Qué más puedo desear?

A los pies de MAR
helmut{MAR}

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