lunes, 21 de agosto de 2017

Soy de MAR (y III)



La sesión que he comentado en las dos ultimas entradas acabó después de utilizar lo que estaba a mi alcance para seguir jugando.

Al igual que ciertos masajes terapéuticos (los thai, por ejemplo) son algo dolorosos pero acaban proporcionando placer y relajación, hay ciertas prácticas que mezclan dolor y placer.

En el sexo hay ocasiones donde la pasión provoca pequeñas agresiones fruto de la intensidad del momento: un mordisco un poco más profundo de lo habitual, unas uñas que se clavan en la espalda o en las piernas... Los hombres tienen (tenemos) zonas sensibles al tacto y con alto componente erótico aunque haya quien no lo sepa o no lo quiera reconocer.

Los pezones son un buen ejemplo y supongo que cada uno tiene su propio umbral de placer y de cuándo éste se convierte en dolor. Para mí, parte de la gracia de la Dominación/sumisión está precisamente en poder elevar el nivel en el que se encuentra ese límite de placer y dolor y, sobre todo, descubrir ese límite estando a disposición de un Am@.

Tengo varios juegos de pinzas que se pueden aplicar en los pezones pero tampoco hay que limitar la imaginación: pueden ponerse en los labios, orejas, pene, escroto, en definitiva, en cualquier punto susceptible de ser atrapado por esa pequeña pieza aparentemente inofensiva pero que puede llegar a provocar más dolor del que parece.

En esta ocasión fueron unas pinzas de la ropa pero seguro que sí hay una próxima sesión con MAR tengamos a mano material mucho más apropiado.

Por último, mencionar que las pinzas provocan un cierto dolor al ser aplicadas que poco a poco se va mitigando y no digo que desaparezca la sensación de dolor pero sí que se puede mantener un tiempo. Como digo, todo dependerá de la zona escogida, la presión de las pinzas, etc. Lo que sorprende la primera vez es que cuando llega el momento de quitarlas, parecería que es la hora del alivio pero es justo todo lo contrario. La parte del cuerpo que ha estado con las pinzas acusa el efecto de la presión y en cuanto se libera, vuelve a su estado inicial casi de golpe provocando un dolor casi más intenso que cuando se pusieron.

Por eso, como en toda práctica D/s es fundamental la comunicación Am@-sumis@ y la plena confianza del sumi en su Am@. y por eso deseo tanto una sesión con MAR, porque la confianza de este perro es absoluta.

SIEMPRE a tus pies
helmut{MAR}


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