"Y Dios le castigó poniéndole en manos de una mujer."
Judit 16, capítulo VII.
¿Acaso eso es un castigo?
Con esa cita comienza "La Venus de las Pieles".
Paradoja: cuando acabar en manos de una mujer dominante, lejos de ser un castigo es el verdadero premio.
Y MAR es ese premio que no sé si merezco pero que admiro.
A los pies de MAR.
helmut{MAR}
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