domingo, 8 de febrero de 2015

"Pasa si quieres"

El año pasado había comprado dos braguitas de Victoria's secret, unas eran para MAR y otras para mí. No tenían el modelo que me gustaba en su talla y en la mía pero sí unas prácticamente iguales. Las dos eran rosas con pequeños puntitos negros. Y cuando le dí las suyas la última vez que nos vimos, en verano, le dije que la próxima vez que quedásemos llevaría puestas las mías. Y por fin llegó esa ocasión. La semana pasada quedé con MAR para comer juntos.

Pasar unas horas con MAR es un lujo del que nunca me cansaré y a veces da pie a situaciones tremendamente surrealistas. Ese día me vestí como siempre aunque llevando un par de zapatos del gusto de MAR y mis braguitas nuevas debajo del pantalón.

Después de comer tenía que ir al urólogo y MAR estuvo a punto de hacerme entrar en la consulta con bragas. Reconozco que ya antes de quedar con MAR había sospechado que me podía haber ordenado entrar así en la consulta y no sé si hubiera sido capaz. Quizás hubiera podido mantener esa idea hasta justo la sala de espera pero no sé si hubiera sido capaz de dar el último paso de entrar así en la consulta. Y a saber qué cara hubiera puesto el pobre médico que era totalmente ajeno a esta relación.

Antes de subir a la consulta fuimos a un aparcamiento para dejar el coche y aprovechando la oscuridad me cambié de ropa interior. MAR me había dicho que me llevara mi dilatador uretral que ya había visto tanto en foto como en video y así lo hice, metiéndolo en una bolsa junto a un lubricante especial para esas prácticas. Se lo enseñé ¿y por qué dejar pasar la oportunidad dr probarlo? Así que pudo tener en sus manos mi dilatador. Creo que le encantó el juguetito y a mí me encantó que lo manejara, tanto que provocó en mí la erección más potente que había tenido desde hacía mucho tiempo.

Llegó la hora y subimos a la consulta. Ahí ya me conocía todo el mundo y me hicieron pasar pero lo divertido fue que al ver a MAR le dijeron "pasa si quieres". Y por supuesto que quiso. Así que entré en la consulta, con calzoncillos pero acompañado de mi AMA. ¡Ay, si el médico lo hubiera sabido! Se hubiera sonreido, sin duda.

Me tumbé y mientras me hacían esperar MAR curioseaba en el instrumental. Rápidamente salió de dudas al preguntar por el máximo diámetro de un dilatador. Oí algo de 24 y me entraron sudores fríos. Dejaron anestesia local y entró el médico para pinchar "el miembro". Y mientras hacía efecto la anestesia nos volvimos a quedar a solas AMA y sumiso. ELLA divina, como siempre y yo tumbado en la camilla con los pantalones bajados.

MAR se acercó a mí, me preguntó con voz dulce y sugerente si estaba bien y si me alegraba de que estuviera allí conmigo. Por supuesto que así era. Quiso comprobarlo y empezó a acariciar "el miembro". La mejor prueba de que el principal órgano sexual es el cerebro es que a pesar de tener mi polla medio anestesiada, ver la mano de MAR sobre ella hizo que me fuera empalmando. Y al verlo MAR no paró y a mí me gustaba cada vez más. Si comer juntos es un lujo, qué puedo decir de sentir el contacto de su piel en mi piel. Solo de pensarlo se me acelera el corazón.

Entró de nuevo el médico y sin perder tiempo cogió un dilatador mayor que el que tenía yo en casa y sin miramientos, zas, adentro. No grité de milagro pero mi AMA vio cómo me encogí de dolor. Se ve que la anestesia no había llegado tan arriba.

En esta relación tan especial entre MAR y helmut, llena de erotismo y sensualidad (el placer de los sentidos, de todos ellos) reconozco que tengo dudas de lo que ELLA opina del dolor, al igual que del travestismo, pero desde luego presenció una oportunidad inigualable de verme sufrir, aunque esta vez a manos de otra persona (quién sabe, quizás esto le dé una idea de cederme a otras manos).

Me dejaron un buen rato así hasta que vinieron a poner un dilatador todavía más grueso y de nuevo más dolor. MAR miraba mi polla con curiosidad, no sé si médico-profesional o simplemente AMAteur, y antes de terminar la consulta, por indicaciones suyas le pregunté al médico cuando podría volver a tener relaciones sexuales. Su respuesta es que ya estaba en condiciones. Confieso que me sorprendió un poco que MAR me obligara a preguntar aquello, sobre todo cuando es la primera que sabe que llevo más de 16 meses sin follar y que si en algún momento lo vuelvo a hacer será con su conocimiento y consentimiento previo, ya que es ELLA quien gobierna mi vida sexual. Quizás sólo era una pequeña vuelta de tuerca, hacerme ver que ya podía recuperar mi vida sexual y que desde ahí hasta que realmente vuelva a tener sexo (y no digamos ya penetrar) será tiempo de abstinencia forzada por MAR, no por baja médica.

Después de eso terminó la consulta. Me vestí y nos fuimos. Una vez más pasar una tarde en su compañía es algo inolvidable y cuento las horas hasta cuando vuelva a tener el honor de pasar un nuevo rato junto a mi AMA.

SIEMPRE a sus pies.
helmut{MAR}

P.D. Pido disculpas porque nada de lo que escriba podrá reflejar la intensidad de aquella tarde. Siendo justos, ninguna entrada en la que relate un encuentro con MAR estará jamás a la altura de lo sucedido.

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