lunes, 27 de diciembre de 2021

Masajes... mimando a quien se deje mimar

He visto su espalda desnuda, mostraba su tatuaje y toda esa piel que siempre fue un lujo acariciar.

¿Una tentación? ¿Una provocación? ¿O sencillamente algo natural? Lo que no cabe duda es de su atractivo.

¿Quién no disfruta de unos mimos? Un masaje, por ejemplo. Siempre he deseado proporcionar un masaje. Volver a hacerlo sería tocar el cielo. Y si es sobre la piel de una diosa inevitablemente es estar en el paraíso.

¿Y si nunca más pudiera dar(le) un masaje? En ese caso me ocuparía de que lo recibiera, aunque fuera de manos de otra persona. Que el placer de complacer no se vea impedido por no hacerlo directamente.

Espero que llegue pronto el día en que pueda decir que mimé su espalda, sea en primera persona o delegando esa experiencia. Que llegue el día en que Ella pueda decir que se sintió mimada por mí.

Seguiré soñando. Seguiré deseando. Seguiré.

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