sábado, 13 de agosto de 2016

Cerveza, por favor.

Hace mucho tiempo que no me sentaba a escribir aquí. Demasiado. En el trabajo lo hago a diario y a diario también tengo mi pensamiento en MAR, pero es difícil encontrar el momento en que se junten la tarea rutinaria de todos los días y la emoción imaginar a MAR.

La semana pasada fue especial. Hubo un día en que además de pensar en ELLA y hablar con ELLA, además, quedamos. Poder estar con MAR, lo he dicho muchas veces, es un lujo. Y como es algo que no sucede a diario hace que se aprecie aun más.

Hacía mucho que no nos veíamos, el plan de comer juntos no pudo salir adelante así que nos vimos a media tarde. Las opciones eran varias: callejear, "terracear"... o dar un masaje, que es la forma idónea de obtener placer mutuo, ELLA recibiéndolo y yo dándoselo.

Fuimos a un local especial donde entra gente sin prejuicios, mente abierta y que deja sus miedos fuera. Obviamente no es un local cualquiera, sino uno de los que llaman liberal, será porque una vez allí todo el mundo se siente libre. Una vez dentro pedimos una cerveza cada uno, que es de lo mejor que se puede pedir en verano, dimos una vuelta por el local y nos sentamos en la zona donde se establecen las tertulias. Conocimos allí a un par de tíos que habían entrado juntos, A. y F. Gente agradable, con conversación divertida y que al ver a MAR debieron sentirse afortunados de tener la oportunidad de charlar. Quizás pensaron que se habían topado con Cindy Crawford... y no andaban lejos.

La idea era poder dar un masaje y nos fuimos a una habitación con una camilla. También había unas correas que colgaban del techo para atar muñecas y tobillos pero en principio no entraba en los planes darles uso, quizás otro día sí. Entraron con nosotros nuestros dos nuevos acompañantes y allí estábamos, dos chicos y un sumiso alrededor de una Diosa, desnuda con su cuerpo magnífico expuesto para darle placer. Uno de los dos chicos se quedó en un rincón pero el otro aprovechó que yo llevaba mi kit de masajes, puse aceite en sus manos, luego en las mías y empezamos un masaje a cuatro manos, él por la espalda y yo por las piernas. Luego fuimos cambiando y él se encargó de los pies mientras yo subía hasta su cuello. Estuvimos así un rato hasta que se dio la vuelta y esmerábamos nuestras manos en su cuello, su pecho, vientre, muslos... Si los dos hoyuelos de su espalda son deliciosos, más aún es el triángulo que se forma en el cuello. Todo parecía ir bien hasta que mi compañero masajista decidió que quería tomar otra copa. Todavía no he sido capaz de entender cómo pudo salir de esa habitación estando delante de una mujer como MAR, teniendo la oportunidad de acariciar su cuerpo y sin saber qué más podía haber llegado a ocurrir. ¿Acaso hay que ser un sumiso para disfrutar únicamente dando placer? No sé qué le llevo a pensar antes en un ron que en otra cosa. Y eso que un ron es delicioso pero no llega a la altura de ese momento.

Nos quedamos MAR y yo con nuestro otro amigo espectador que no se movía de su esquina. Pensando en beber, a MAR le entraron ganas de mear. Lo dijo con una frase rotunda, por un momento pensé en abrir la puerta y que fuera al baño pero enseguida nos miramos y cogí el vaso de plástico de mi cerveza, ya estaba vacío y se lo ofrecí. ELLA se puso en cuclillas y dejó salir su lluvia dorada. El sonido de cómo se iba llenando el vaso iba aumentando mi excitación. Cuando terminó de servir mi nueva cerveza estiró el brazo y yo le mostré mi polla, dura como sólo se me pone cuando estoy delante de mi AMA. Y di mi primer sorbo de mi bebida, todavía caliente. Muchas veces he comentado la fantasía de poder beber así, en público, que sólo MAR y helmut sepamos lo que hay. La verdad es que en ningún momento me fijé en el voyeur que teníamos pero imagino que pocas veces habrá visto algo parecido. Aun así, no salía de su rincón, no molestaba pero tampoco aportaba nada. Viendo el panorama llegó el momento de quedarse a solas AMA y esclavo y el masaje finalizó como lo debe hacer un buen perro, lamiendo a su Dueña. La tarde tenía un ingrediente más, MAR tenía la regla y era reticente a dejarme comer su sexo cuando es algo que siempre he deseado. Tiene el coño más delicioso que he comido nunca, no puedo dejar de repetirlo cada vez que escribo de él ni de pensarlo cada vez que lo vea delante de mí. Mi lengua se deslizaba por su sexo depilado, suave y húmedo. Besaba lo más preciado que he tenido nunca en mi boca. Notaba los movimientos de MAR, cómo empujaba su sexo contra mi cara, literalmente mi lengua follaba su coño y ELLA estaba follando mi boca hasta que se corrió.

¡Qué satisfacción es dar placer a quien lo sabe disfrutar!

Igual que a un perro, me preguntaron qué quería, casi como un premio. Y pedí un beso, así que después de haber besado su sexo pude besar su boca. Ojalá los buenos momentos durasen más pero era hora de volver a casa, ya que era la hora de sacar a pasear a su otra perra. Nos fuimos a la barra del local y ahí pude terminar mi "cerveza", delante de mucha más gente que antes aunque estos ya no supieran cómo se había llenado el vaso, al menos mi AMA sí vio como su esclavo lo vaciaba.

Puede que el próximo masaje que se dé mi AMA sea más profesional, sobre todo si es un masaje thai, pero nunca encontrará un masajista más entregado que quien escribe este blog.

SIEMPRE a los pies de MAR.
helmut{MAR}