lunes, 27 de enero de 2014

Noche de Reinas

Cada sesión con L Sehait ha sido siempre más intensa que la anterior. Cada encuentro con MAR es siempre inolvidable, sea como amiga o como AMA. ¿Cómo sería una sesión con ambas? ¡Increíble! Si el 5 de enero es la noche de Reyes, justo antes de Nochevieja yo viví una Noche de Reinas.

Después de tantos años de experiencia, de haber estado con varios Amas, todavía me quedan cosas por probar y ese día pude tachar varias de ellas de la lista de temas pendientes.

Lo que más me gustó de todo fue poder unir a dos Amas y que hubiera un buen entendimiento sincero entre Ellas y poder demostrar a ambas mi entrega sin límites. Antes de la sesión soñaba con llegar y decir que no sólo no ponía como límite el no tener marcas, sino que deseaba poder salir marcado pero al final no dije nada, ya que siempre he llegado s las sesiones con mis Amas entregándome sin pedir nada. El destino, o mis Amas, quisieron que acabara la sesión con mis rodillas marcadas, de hecho, todavía hoy tengo costra en una de ellas por andar todo el rato, casi dos horas, de rodillas. También eran dignas de mencionar las marcas de los fustazos en mi espalda y en mi culo.

MAR no sabía si se animaría a participar o si sólo acudiría como espectadora. Afortunadamente acabó participando y disfrutando de la entrega de su sumiso. Y la tanda de fustazos sin piedad fueron buena prueba de ello. También cómo se animó a escupirme en la cara, llevándomela de saliva entre las dos. ¡Qué afortunado me sentía! No soy capaz de imaginar cuántos hombres habrá que deseen sentir el roce de la saliva de una mujer así y ahí estaba yo, sintiendo la saliva de dos mujeres excepcionales bañando mi cara.

Y como siempre, probé prácticas nuevas esa tarde. Fui usado como cenicero. Lo había visto en muchas páginas y videos pero hasta entonces nunca habían dejado caer la ceniza de un cigarrillo en mi boca y ese día lo hicieron varias veces y a pares, con dos Amas fumando delante de mí. Pero más transgresor fue aun cuando L. Sehait insinuó que me bebiera la lluvia de una de las dos. Ya lo había hecho antes, pero recibiéndola directamente en la boca, que siempre es más excitante. Esta vez fue distinto, MAR fue al baño y al poco tiempo volvió con un vaso lleno de su preciado oro líquido y así, en frío, me.lo dio a beber. Me sorprendí a mí mismo bebiéndolo sin parar y apurar el vaso mirando la cara de satisfacción de mi Ama.

También hubo otro par de momentos que me sorprendieron menos. El primero cuando dejaron caer la cera derretida de una vela sobre mi cuerpo, especialmente sobre mi polla. Me encantó y no pude evitar dejar escapar un gemido de placer. El segundo momento en el que me sentí entusiasmado fue al tener la mano de MAR dentro de mí por completo. Hacía tanto tiempo que no la sentía así, poco más de un año. A ELLA le encantó cuando vio que yo con.mi cuerpo me movía hacia atrás para conseguir que entrara más y más. "Quiere que le meta hasta el codo" le comentó a L. Sehait. Pues sí!! Nada me gustaría más y ojalá algún día se haga realidad.

Sería un reto, pero no es el único ni el más difícil que he superado. Al final no llegué al objetivo de los 100 días que hubiera alcanzado de quedar con MAR a solas antes de final de año pero el día de esta sesión doble se cumplieron 98 días, que sin duda es todo un récord para mí. Y como broche a la sesión hicieron que me corriera en el mismo vaso que MAR había llenado con su lluvia. Salió un esperma blanco, muy líquido, muy poco espeso. L. Sehait indicó que me lo bebiera antes de terninar el orgasmo para evitar que si se acababa la excitación no fuera capaz de beber, sin embargo MAR supo que helmut, su esclavo, no le defraudaría. Incluso antes de que me lo pudiera llevar a la boca dejaron caer de nuevo ceniza en el vaso y sabiendo que era el punto final a ese regalo de sesión bebí todo lo que pude para acabar mirando con cara de perro dócil a mis dos Amas, agradeciéndoles la experiencia y convencido de que habían disfrutado con la entrega de este perro.

Siempre a sus pies.

helmut

martes, 21 de enero de 2014

Paseando a Miss W.

He visto a MAR este fin de semana, aunque ELLA aún no lo sabe.

No es ésta la entrada con la que tenía pensado iniciar el año pero tampoco estaba en el guión ver a MAR y el destino ha hecho que pudiera cruzarme con ELLA, aunque a cierta distancia y sin que se diera cuenta.

Estoy a punto de terminar de relatar cómo fue el último encuentro con MAR y cuando esté finalizado actualizaré de nuevo el blog. Confío en que la espera merezca la pena.

Mientras tanto, estaba un poco avergonzado por haber dejado pasar tanto tiempo sin entrar aquí. El ritmo de trabajo no ha parado, de hecho he pospuesto dos veces días de vacaciones en las últimas semanas, pero me siento mal porque el blog haya estado tantos días sin publicar nada nuevo. Esa situación no se corresponde con la realidad de quien lo escribe y lo que siente hacia quien lo lee. Así que estoy como no hace tanto tiempo, renunciando a comer con mis compañeros de trabajo para dedicar el rato de la comida a escribir, al igual que hace unos meses lo hacía para leer "La Venus de las Pieles".

Y al igual que Severin al principio de esa novela me siento tan ilusionado de haber visto a MAR aunque hayan sido unos segundos y de casualidad. Iba con un tocayo mío por la calle y se fijó en un perro, era un labrador color canela bien bonito que paseaba un chico más o menos de mi edad. Seguimos andando y acabamos en una calle muy comercial, casi a la entrada de El Corte Inglés, y mi tocayo se fijó de nuevo en otro perro. Casualmente era otro labrador color canela, más bonito que el anterior. Cuando subí la vista para ver con quien estaba vi que era una pareja y rápidamente me llamó la atención la melena rizada de la chica y tras un instante reconocí a MAR.

¡Qué alegría! Habíamos medio hablado para vernos esta semana pero con dos agendas complicadas y horarios difíciles no estaba yo muy convencido. Y al final, se ha cumplido. Me siento como un nuevo Severin que se sentía feliz si veía a Wanda en el jardín. Así me sentí yo cuando vi a MAR.

Dudé un instante si acercarme a saludar, incluso a postrarme a sus pies delante de tanta gente, pero iba acompañada y preferí no interrumpir su paseo. No estoy seguro, pero puede que fuera la típica típica compañía que en otro momento, en otras circunstancias, hubiera podido ser algo más que un amor platónico lo que hoy es una amistad especial entre un señor maduro y una chica muy especial.

Ojalá llegue pronto el día en que pueda ver a MAR de nuevo, pero que me vea ELLA también a mí. Me muero de ganas por quedar a comer donde me ordene.

A los pies de MAR.

helmut.